Capitulo 7- Buenos dias.

Desperté cuando el sol se poso en mi cara, todos los recuerdos de la noche anterior me golpearon.

Podía recordar claramente el miedo de no ser salvada a tiempo, lo aliviada que me sentí cuando Edward me salvo, la necesidad de que se quedara a mi lado, pero sobre todo, la seguridad de estar entre sus brazos.

Levante mi cabeza que estaba apoyada sobre su pecho, y mire su rostro aun dormido. Si creí que despierto parecía un Dios , dormido parecía todo un ángel.

Podía sentir su respiracion acompasada, tenia sus ojos suavemente cerrados y sobre ellos caían pequeños mechones rebeldes de su pelo, sus manos estaban en mi cintura encerrándome y acercándome a su cuerpo.

Me permiti jugar un rato con su pelo, era suave al tacto y estaba un poco despeinado, pero aun así no podía dejar de ser hermoso.

Decidí dormir un rato mas ya que al ver el reloj me di cuenta de que eran las 5:30 am, además, ¿Cuantas oportunidades tendría para dormir entre sus brazos en el futuro?

***

-Bella...- escuchaba la dulce voz de Edward en mi oído izquierdo- Vamos Bella despierta que son las 8 y si la duende de Alice se despierta y te ve en estas condiciones te mata.

Alice... no sabia cuanto tiempo había dormido, lo que si sabia era que hoy iríamos de compra ya que en la noche debíamos ir a la cena que ofrecían en el hospital donde trabaja Carlisle.

-Bella!- diablos era Alice quien me llamaba.

M e levante corriendo por la prisa y mi super torpeza utilizo su poder tirándome al suelo, gracias a Edward no me partí la cabeza ya que, otra vez, me atrapo en plena caída.

-Bella, creo que deberías tener mas cuidado, e puesto mucho empeño en que no te abras la cabeza desde el día que te conocí.

No pude evitar sonrojarme porque era verdad, siempre que me tropezaba o caía Edward me ayudaba y aveces me sorprendía a mi misma deseando tropezar mas a menudo.

-Bella, te quiero abajo dentro de cinco minutos- dijo la duende aporreando la puerta- Y dile a Edward que salga rápido de esa habitación.

-Santo Bollito...- fue lo único que salio de mi boca

Espera, espera, espera...que original Bella ¿Como que santo bollito?, que patética puedes llegar a ser cuando te lo propones... Escuchaba las carcajadas de Edward a mi espalda, estaba a punto de golpearlo por reírse de mis estúpidas palabras cuando de pronto recordé que tenia algo que decir y que hacer.

Me acerque a el y lo mire a los ojos, envolví mis manos en su cintura y lo abrace. Al parecer mi acción lo tomo por sorpresa ya que pasaron varios segundos antes de que me lo divolviera con ternura.

Estuvimos en esa posición durante varios minutos, yo por mi parte no lo quería dejar ir, me sentía segura y completa a su lado, pero sabia que de seguro el se sentiría incomodo por mi atrevimiento, así que a regañadientes y arrestando los pies me separe de el para decirle:

-Gracias... por todo, no tuve antes la oportunidad de agradecerte pero ahora lo hago como debe ser, gracias por salvarme la vida, gracias por estar hay y si puedo hacer cualquier cosa por ti solo dímelo.

-Bella, no tienes nada que agradecer lo hice porque te has convertido en alguien importante en mi vida, porque yo te...- pareció pensar si decirme algo o no- ¿Sabes?... tal ves te tome la palabra y si puedes hacer algo por mi...

-¿Que?- pregunte esperando con ansias su respuestas.

-¿Que tal si me acompañas a la cena del hospital, pero en ves de ir como un miembro de la familia vas como mi acompañante... vamos sera divertido y además bailaremos.

-Pero no tengo vestido y además no se bailar.

-Por el vestido no te preocupes, Alice te llevara de compras junto con rosalie y hay lo pueden comprar, y en cuanto a bailar... todo depende de quien te lleve.

En ese momento se agacho y beso mi mejilla para luego salir caminando como todo un dios.

Cuando baje al desayuno Alice me lanzo una mirada de repoche y me apresuro para que nos fueramos temprano, yo por mi parte no tenia mucho entuciasmo, tan solo quería un hermoso vestido para impresionar a Edward y no pueda ver a ninguna otra mas que a mi.
Horas después llegamos a casa, yo con un hermoso vestido azul, Alice con uno rosa y Rosalie con un vestido rojo.

Mientras Alice me colocaba el maquillaje, Rosalie peinaba mi cabello en un estraño moño alto dejando algunos rizos sueltos y un flequillo a un lado.

-Y bien...- dijo Alice mientras me ayudaba a ponerme el largo vestido azul y luego buscaba los altos tacones plateados que yo usaría hoy.

-Y bien que?- la anime a continuar.

-¿Que hacia Edward aquí anoche?

Me quede helada, ¿Debia contarle lo que me paso? ¿A cuantas concluciones equivocadas habían llegado?, bueno Alice era como mi hermana y además mi mejor amiga al igual que Rosalie.

Les conté todo, desde lo que paso con aquel moustro hasta de como Edward me salvo, también tuve que contarle porque se quedo a mi lado y cuando me preguntaron lo que sentía por el no pude evitar empezar a balbucear.

-E... este...yo, pues ya saben... yo, tal ves... e no ce...

-Dime...- dijo Alice con tono desafiante

-El me gusta- dije asustada de cualquier cosa que se le ocurriera a esa duende- mas que gustarme es un sentimiento que aun no entiendo.

Al final estaba dentro de un hermoso vestido azul, tenia un sofisticado peinado y unos peligrosos tacones plateados.