Capitulo 6- El ataque.

Sentí dos fuertes manos enroscarse en mi cintura y tirar de mi hacia la parte mas oscura del centro comercial, estaba a punto de gritar cuando alguien me tapo la boca y dijo:

-Yo seria tu y no gritaría.

El solo escucha la voz de aquel hombre me dio asco, el tipo me tenia atrapada entre la pared y su cuerpo oliente a alcohol. Intente safarme varias veces de su agarre, pero todo intento era estéril ya que no pude hacerlo.

-¿Por qué una niña tan linda esta sola por aquí?- pregunto el moustro que estaba frente a mi.

Podía sentir como sus asquerosas manos subían por mi falda y no pude evitar llorar, tenia miedo, estaba apunto de ser violada y nadie venia para ayudarme.

-No llores…así solo dañas tu maquillaje y creeme muchas me agradecen al terminar.

Otra vez nuevas lágrimas de posaban en mis ojos mientras los sollozos se quedaban atrapados en mi boca.

Podía sentir como su nariz se posaba en mi cuello y aspiraba profundamente mientras su mano viajaba a mi rodilla para luego empezar a subir nuevamente.

A lo lejos escuche un guñido, me permiti abrir los ojos y entre las lágrimas me encontré con unas esmeralda…
…vi los hermosos ojos de Edward.

Edward pov.

-Alice- dije mientras seguía con la mirada a Bella que ahora salia corriendo por la sala- ¿Qué le pasa a Bella? ¿Por qué se va?

-Al parecer no soporta ver sangre y dijo que daría un paseo por el centro comercial, no quiso que la acompañara ya sabes que cabezota es.

-Esta bien yo iré no quiero que este sola.

Salí de la sala apresurado y muy preocupado, sentía que Bella me necesitaba y tenia ancias de protegerla de todos y todo, era un sentimiento que no acababa de entender todavía.

A lo lejos la pude ver, estaba arrinconada contra la pared y un hombre de apariencia estraña esta sobre ella.

En ese momento me entraron unas ancias de golpearlo, corrí entre las pocas personas que habían para llegar hasta donde estaban ellos, estaba dispuesto a quitarcelo de encima y patearlo hasta que se de cuenta de que Bella en MÍA.

Desde donde me encontraba podía escuchar los sordos sollozos de Bella, veía como los temblores sacudían sin compasión su pequeño cuerpo y como las manos de aquel moustro se movían sin permiso por su pierna.

No pude evitar que un gruñido saliera de mis labios, el la estaba tocando, le estaba haciendo daño y yo, Edward Masen Cullen, no permitiría que sus manos tocaran alguna otra parte del cuerpo de mi Bella.

-Quita tus asquerosas manos de ella!- grite mientras tomaba de la camiseta al moustro y lo tiraba lejos de nosotros.

Me posicione delante de Bella cubriendo su cuerpo con el mio evitando que se le acerque de nuevo, podía sentir su pequeño cuerpo pegado a mi espalda y como buscaba protección en mi.

-¿Qué ahora su noviecito la va a defender?

-Si, ahora yo la voy a defender.

Me abalance sobre aquel hombre y lo golpe, le pegue con el enojo en los puños y diciéndole que nunca es su vida se le acercara a mi Bella.

-Edward ya, para…- sentí como la mano de Balla tomaba la mía, evitando que lo golpeara otra ves- quiero irme a casa… por favor

Solo eso, verla así fue lo que me izo ponerme de pie, tome su mano y entrelace nuestros dedos para infundirle valor, seque algunas de las lágrimas de sus ojos y me dirigí a casa manejando lo mas rápido que pude.

Al llegar deposite a Bella en su habitación y la acosté en su cama, pero cuando estaba dispuesto a irme sentí como sus manos atrapaban mi brazo y tiraban de mi.

-No te vallas Edward, no se si podre aguantar si no estas a mi lado, contigo me siento segura… no me dejes- su voz se rompió y solo esas palabras fueron suficientes para que me sentara en su cama y la atrajera hacia mi.

La abrace y dibuje pequeños círculos en su espalda buscando tranquilizarla, al cabo de unos minutos de calmo y dijo

-Gracias Edward- luego estaba sumida en un profundo sueño.

Verla así, indefensa y tan tierna me hizo darme cuenta de que Bella no solo me gustaba, yo sentía algo mas por ella, yo estaba enamorado de Bella.

Era una chica diferente, era madura pero divertida, tierna pero tenia su lado cabezota, es decir, era todo lo que un hombre buscaba en una mujer, era simple y llanamente Bella.

-Edward… te quiero.

La mire esperando su sonrojo pero era imposible ya que estaba durmiendo entre mis brazos, abrasada a mi cintura y soñando conmigo.

Me quería, tal ves no tanto como yo a ella, pero me quería y además de todo hablaba en sueños. Ya me veía a mi mismo acostumbrándome a venir a escondidas cuando estuviera dormida solo para escucharla hablar.

-Edward… no te vallas- repitió nuevamente- te necesito… te quiero.

-Ahora tu eres mi vida- me limite a responder, sintiendo como el amor por Bella inundaba cada parte de mi cuerpo, despertando sentimientos que hace mucho tiempo habían muerto.

Porque así callada y tranquila, Bella logro despertar mi frió y muerto corazón.

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Bueno quiero pedir disculpas otra ves por mi error pero es que no tengo ordenador y ahora con la rapidez de subir el capitulo no me fije muy bien en el titulo y me equivoque!

Bueno acuerden visitar mi otro blog que esta muy adelantado:

Nuestro amor perdura.