Y si los vampiros y lobos no existieran?

Amor, misterio, engaño, son los problemas que encuentra Bella en su camino para esperar su propio crepusculo...

16 sept 2010

Capitulo 18- Esto es un hasta pronto.

Luego de ver a Jacob en la playa Edward y yo intentábamos no pasarnos por esos lugares, en ves de eso veíamos películas en casa o en el cine, escuchábamos música juntos o íbamos al claro a relajarnos un poco y hacer un picnick.

Y así pasaron los días, luego las semanas y después inevitablemente paso el mes, y eso significaba que mañana Edward volvería a Londres y se alejaría de mi por cuatro meses.

El día completo nos la pasamos juntos encerrados en su habitación, nos dedicábamos a mirar dentro de los ojos del otro, intentando decifrar nuestros pensamientos y susurrandonos cuanto nos amábamos, tratábamos de no separarnos el uno del otro y nos mandábamos miradas de melancolía.

Sentía que el alma se me había achicado por las sensaciones de soledad que se posaban en mi corazón al saber que en menos de 24 horas perdería al amor de mi vida, la única razón que me quedaba para vivir, y la persona por la que cada mañana despertaba con una sonrisa.

Salí de la habitación con la escusa de buscar un baso con agua, baje las escaleras teniendo cuidado en no caer, pero mi torpeza era tan grande que resbale en el ultimo escalón y caí de bruces contra el frió suelo.

No hice ningún intento de levantarme, solo me dedique a recoger mis rodillas y envolverlas con mis brazos, apoye mi cabeza en el hueco de mis rodillas y llore, estaba en el piso, recostada en posición fetal y soltando pequeños sollozos de dolor cuando alguien se paro frente a mi.

-Bella...- dijo la triste voz de Alice a mi lado- Vamos lebantate...- no hice ningún amago de moverme- Isabella Marie Swan si no te levantas en este mismo instante juro que llamo a Edward...

Levante mi cabeza para verla mejor.

-¿Que quieres que haga Alice? ¿Que cante y baile alrededor de la casa?... no puedo, no quiero dejarle ir, pero es por su bien... yo no quiero ser la razón por la que el pierda un año escolar...

-Entonces lebantate Bella... disfruta el ultimo día que tienes a su lado... y luego espera su llegada feliz.

Me levante del suelo con un poco mas de animo, las palabras de Alice eran sinceras y me habían llegado, sabia que tarde o temprano estaríamos juntos, y aunque el destino nos intente separar lucharemos para encontrarnos. Seque las ultimas que se derramaron por mis ojos y me encamine nuevamente a su habitación.

Al entrar vi a Edward sentado en su cama, con su espalda y cabeza recostados contra la pared y sus ojos cerrados dándole una excreción a su rostro de tranquilidad y a la vez nostalgia.

Camine hacia el intentando hacer el mínimo ruido posible, me senté entre sus piernas y apoye mi espalda en su pecho, automáticamente sus brazos rodearon mi cintura y entrelazo nuestros dedos apoyandolos en mi estomago.

-Pensé que nunca regresarias...- dijo con voz rota.

-Edward yo siempre estaré hay...

En un momento de la tarde nos dormimos sin siquiera darnos cuenta.

Desperté cuando el sol baño mi rostro, cuidadosamente voltee mi rostro y observe como Edward aun dormía, con mucha delicadeza me levante de la cama y me encamine a mi habitación. Podía notar como todos los músculos de mi cuerpo estaban agarrotados por dormir con las ropas puestas.

Me bañe con cuidado, sintiendo como el agua caliente aflojaba cada uno de mis músculos, pensando en que seria de mi vida luego de su partida...

La realidad me golpeo en ese momento como una bola demoledora... el se iba... durante cuatro meses no lo vería, el era mi sol y ya no lo tendría a mi lado.

Me fui deslizando por la pared de la ducha, los sollozos que salían de mi pecho eran imposibles de retener, me hice un ovillo en el suelo, dejando que mis lágrimas se confundan con el agua que me caía en el rostro...

-Bella...- dijo Alice entrando a la ducha y ayudandome a levantarme.

En ese momento no me importo nada, incluso estar desnuda antes sus ojos, el dolor en mi corazón me impedía siquiera tener vergüenza, me envolví en un toalla y salí junto con Alice a mi habitación.

Me cambien sin siquiera fijarme lo que me estaba poniendo, solo deje que mis manos hicieran su trabajo.

-Bella, vamos bajemos a despedirnos de Edward.

Todos los Cullen acompañarian a Edward al aeropuerto... yo me había negado rotundamente a ir. Sabia que si lo veía no podría resistir las ganas de decirle que se quedara a mi lado... así que timidamente baje las escaleras y hay estaba mi Dios griego.

Sus ojos estaban brillantes, era como si quisiera llorar y hacia cualquier cosa para no hacerlo. Esa imagen me partió el corazón.

Fui hacia el y tome con delicadeza su rostro entre mis manos, le acaricie la mejilla en un intento de grabar en mi memoria su delicadeza mientras el hacia lo mismo que yo.

-Te amo...- dijimos ambos al mismo tiempo antes de fundirnos en un apasionado beso.

El beso fue dulce pero a la vez lleno de sentimientos guardados, las lágrimas que caían por mi rostro sin control mientras Edward se dedicaba a secarlas sin dejar de besarme aun. No quería separarme de el así que lo abrace por el cuello enredando mis dedos en su pelo, el llevo sus manos a mi cintura y me apego mas a el...

Poco a poco nos fuimos separando y después cada uno se sumergió en los ojos del otro...

-Adiós Edward...- dije las palabras que mas miedo me daba decir y las cuales me partieron el corazón al pronunciarlas.

-Adiós no Bella... esto es un hasta pronto amor...

Edward se inclino y deposito un casto beso en mis labios antes de salir por la puerta y cerrarla tras el...

No sabia cuanto tiempo había pasado desde que solo me dedique a mirar la puerta por donde Eward se había ido...Y en ese momento me di cuenta de mi gran error. Yo debería estar con el hasta el final, debería despedirme del el en el aeropuerto y no aquí.

Subí a mi habitación corriendo al darme cuenta de lo que yo realmente quería, busque entre los cajones un regalo que me había dado Edward hace unas cuantas semanas el cual yo me había negado rotundamenta a usar, pero el testarudo como es me obligo a conservar.

Fui al garaje de la casa y hay estaba, era un BMW Z4 gris, nunca lo había utilizado ya que le había dicho a Edward que no necesitaba ningún auto, pero en este momento le agradecía que me hubiera obligado a conservarlo.

Me subí al auto y el olor a cuero de los asientos se poso en mi nariz, prendí el motor resiviendo un suave ronroneo en respuesta y acelere en punto muerto.

En cualquier circunstancia me hubiera asustado ir a 160, pero en este momento tenia la adrenalina en las venas y entendía por que Edward conducía a toda velocidad.

Llegue al aeropuerto después de una hora de andar por la carretera como loca, corrí como desquisiada por todo el aeropuerto, me desespere cuando escuche como hacia la primera llamada para el vuelo de Edward... No podía permitir que se fuera sin antes decirle que lo amo, besarlo y verlo ir con una sonrisa en el rostro...

-Edward!...- grite ,al ver su cabellera broncinea de espalda a lo lejos, provocando que varias personas voltearan en mi dirección.

Todo a mi alrededor desapareció cuando el se volteo y nuestras miradas se encontraban, corrí con todas mis fuerza hacia el y vi como tiraba una mochila al suelo, tensaba su cuerpo y abría sus brazos.

Salte hacia el y enrede mis piernas en su cintura, no me detuve a pensar en el lugar que estábamos cuando de pronto y sin previo aviso lo bese como nunca lo había echo, a nuestro alrededor se podría armar un incendio y ni cuenta nos daríamos, ya que con ese beso no olvidamos del mundo y armábamos nuestro propio fuego.

Cuando Edward mordió sensualmente mi labio inferior creo que hasta el nombre se me olvido, poco a poco el beso se fue debilitando y cuando paramos nos abrazamos como si la vida se nos fuera a acabar, mis piernas aun estaban en su cintura y su cabeza descasaba en mi cuello mientras que con mis manos acariciaba dulcemente su cabello.

-Te amo Edward...- dije en un hilo de voz- te amo como nunca amare a nadie mas... no me olvides amor.

-Eso nunca Bells... Yo también te amo- respondió contra mi cuello con voz rota y en ese momento senti como varias gotas caían sobre mi hombro.

Y hay fue cuando me di cuanta de que Edward estaba llorando. Me sentí a morir al escuchar como sus pequeños sollozos se devilitaban al chocar en mi cuello, desenrede mis piernas de su cintura poniéndolas al fin en el suelo, tome su bello rostro entre mis manos como si fuera el tesoro mas importante... mi tesoro.

-Edward... no llores por que me rompes al verte así... soy muy egoísta como para dejarte ir... pero te amo demaciado y por eso quiero lo mejor para ti... y lo mejor es que estudies... no te preocupes que yo siempre te amare.

Mire sus ojos buscando algún rastro de felicidad, me sorprendí al encontrarme con dos posos sin brillo, el brillo de sus ojos verdes se había esfumado, dejando paso a un negro azabache que no le pertenecía a el ¿Tal era su sufrimiento que sus ojos eran capaz de reflejar el dolor de su alma?

-Cuida de mi corazón... lo he dejado contigo- fue lo ultimo que susurro en mi oído.

Lo ultimo de lo que fui consiente antes de derrumbarme a llorar en brazos de Emmett fue el casto beso en los labios que Edward me dio y su espalda caminando en dirección a los detectores de metales antes de entrar al avión.

En ese momento recordé una frase que mi madre me decía de cuando niña antes de morir...

"Muchas veces el amor que mas anhelamos es el que no podemos tener
"
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Siento haber tardado tanto para publicar un capitulo pero es que tengo algo así como un bloqueo de escritora. ¿Les ha pasado alguna vez?

Espero que les guste el capitulo tanto como a mi...si ya se que dirán acaso esta loca ya que en mi otro blog(http://nuestro-amor-perdura.blogspot.com/) también separe a Jake y a Ness pero cada cosa tiene una razón!
Besos y se me cuidan mucho!

11 sept 2010

Capitulo 17- ¿Quien es Jacob?

Luego de unas horas en las que Carlisle se dedico a resolver los papeleos para que yo pudiera irme del hospital y estar seguro de que no me pasaría nada, por fin pudimos salir de aquel horrible lugar.

Desde pequeña nunca me gustaron los hospitales y por mi torpeza era el lugar en el que mas paraba, ya que me caía cada cinco horas. Para algunos era estúpido, para otros gracioso, pero para mi era ya una maldición.

Como a eso de las 3:30 pm tomamos un avión a Forks, amaba Pohenix en cierta forma, pero me sorprendí al darme cuenta que estrañaba forks y sentía que ese era el lugar en el que yo debía estar...

Sabia que mi ansias de estar en forks se debía en mayor parte a la persona que estaba a mi lado, tenia miedo de perderlo el pensamiento de que pronto Edward tendría que volver a Londres para seguir estudiando me perseguía siempre, cuando le preguntaba al respecto siempre decía que no pensáramos en el futuro y que nos dedicáramos a vivir en paz el presente.

-Bella...- decía Edward moviendo mi brazo- vamos ya sal de tu mundo, acabamos de llegar a la casa.

-Woow! el tiempo pasa volando cuando piensas.

-En esos momentos me encantaría leerte la mente...¿En que pensabas?

-En que solo falta un mes para que regreses a Londres, en lo mucho que te voy a extrañar y pensando como sobrevivire después de que te vallas.

-Bella, te he dicho que no pienses en ello... pero si quieres me puedo quedar aquí contigo...

-No, no no Edward, yo no puedo ser la razón por la que tu tengas que repetir un año en la escuela...

-Eso no importa además yo también te extrañare mucho sabes, lo bueno es que solo serán cuatro meses, luego volveré para ir a la universidad contigo Bella, lo prometo...

-Te Amo Edward...

-Tanto como yo a ti.

Luego de esa platica me sentí un poco mejor, ya el tema no me mortificaba tanto, eso si, Edward y yo aprovechábamos cada minuto como si fuera el ultimo, no nos separábamos nunca y siempre buscábamos una escusa para decir cuanto nos queríamos.

-Bella- me dijo Edward mientras nos mecíamos en los columpios que estaban fuera de la casa- que tal si vamos a la Push, hoy esta soleado y es un lindo día...

-Ok, deja que me de un baño y me ponga mi traje de baño y bajo.

Subí de dos en dos los escalones muy emocionada ya que saldríamos de la casa, me bañe y me puse un traje de baño que Alice me había obligado a comprar.

Luego de que Edward manejara un par de horas llegamos a la push, una pequeña reserva a la casi siempre íbamos para relajarnos un poco y botar un rato el extres del día.



El día fue especial como siempre, Edward y yo nos la pasamos gastándonos bromas y riendo por puras idioteces, me encantaba tratar de imitar la cara de Edward cada vez que se ponía Celoso, en el fondo sabia que me sentía amada ya que se tomaba la molestia de celarme cada vez que un chico se me intentaba acercar.

-Hola lindura...- dijo ya el tercer chico que se me acercaba hoy- ¿Que tal si dejas a tu hermanito aquí y vienes al cine conmigo?

-No gracias!- me apresure a decir en cuanto vi que Edward abría la boca- Estoy con Mi novio y no necesito a nadie mas...

Me incline un poco para rozar mis labios con los de Edward y así demostrarle a aquel muchacho que el no era mi hermano, pero al parecer mi querido novio no estubo conforme con un simple roce. Pude sentir como sus labios se volvía insistentes y pasionales, con todo el gusto del mundo le devolví el beso, olvidandome del publico y del muchacho que tenia enfrente.

No sabia en que momento exactamente me había acostado sobre la arena, tampoco me di cuenta de que Edward estaba sobre mi, en lo único que podía pensar en ese momento era en lo especial que se sentía tener sus brazos al rededor de mi cintura, mis manos descansaban flácidamente en su nuca mientras mis dedos jugaban con su rebelde pelo...

Nos separamos por la incomoda e imprudente falta de aire, ninguno de los dos se movió del lugar en el que estaba, simplemente nos dedicamos a mirarnos a los ojos y a sonreirnos como dos estúpidos enamorados.

-Woow!. dijo Edward después de que nuestras respiraciones volvieran a ser normales.

-Woow es quedarse corto Ed, ya veo que debo hacerte sentir mas celoso de vez en cuando para que me beses así...

-Bella vas a matarme...- dijo el todo serio.

-¿Yo?...- me limite a responder inocentemente- ¿Por que?

-Bella, no te das cuenta, eres mi marca de heroína personal.

Sonreí ante su comentario ya que yo me sentí igual que el, para mi Edward era como una droga con la cual necesitaba vivir, era algo que me hacia bien.

-¿Bella eres tu?- pregunto una rara voz familiar.

Me voltee como si de un robot se tratase, esperando que todo sea una mala jugada del destino o alguna extraña pesadilla.

-Jacob...-dije su nombre intentando no poner ningún sentimiento en aquellas palabras, aunque de nada funciono ya que al decir su nombre se escucho mas como una palabrota que como un nombre.

-Por lo que veo aun sigues enojada...

-Que haces aquí Jacob...- dije para saltar el comentario que había echo.

-Bueno mi padre es dueño de esta playa y ahora me quedare este verano para ayudarle con algunas cosas que debe hacer... oye Bells, lo siento por lo que paso con Renesmee, pero sabias que ella me gustaba.

-No importa Jacob, ahora si no te molesta mi novio y yo debemos irnos.

Tome a Edward por un brazo, quien hasta el momento no había dicho nada, y practicamente lo arrastre hacia el volvo, manejamos en un incomodo silencio hacia la casa, estaba loca por decirle lo que había pasado en la playa, pero ese no era el lugar para decircelo, en su cara se notaba claramente que el deseaba saber quien era el pero se abstenía a preguntar.

Al llegar a casa lo volví a arrastra hacia la habitación, luego de que se sentara en la cama empeze a pasear de un lado a otro como fiera encerrada intentando buscar una respuesta a su pregunta no formulada.

-Solo sueltalo Bella...- me dijo luego de unos momentos, respire resignada y me senté a su lado- ¿Quien es el?

- El es Jacob, era mi mejor amigo, mi compañero de travesuras y de la vida, cuando cumplí diesiceis años me di cuenta de que el me gustaba un poco, así que por primera vez en la vida invite a Jacob al cine como algo mas que amigos, salimos un par de veces mas hasta el día en que me decidí a decirle que me gustaba.

>>El me pidió que fuera su novia, y yo como toda niña boba asepte ilusionada, en el mismo instante en el que me iba a besar llega Renesmee, una chica la cual me caía muy bien hasta el momento, y le dice que, si, que quiere ser su novia y además le planteo un gran beso.

>>Dolida le pregunte por que me había pedido ser su novia si se lo había dicho a Ness, y me respondió que tenia miedo de estar solo, así que si Renesmee le decía que no yo seria su segunda opción.

>>Me moleste tanto con el que le rompí la nariz de un solo derechazo, desde ese día no volví a dejar que ningún chico que gustara, ni me permiti tener mejor amigo...

-Ese perro- dijo Edward entre dientes- ¿Como es que la gente se atreve a hacerle daño aun ángel... No te preocupes Bella yo te protegeré y siempre estaré hay para ti...

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RÁPIDO, rápido, rápido... estoy escribiendo ahora, me encantan estos capítulos!

Besos...!

7 sept 2010

Capitulo 16- Despierta por favor...

Edward pov.

Tres días habían pasado desde el ataque de James, tres días en los que Bella a estado en coma, al parecer el susto que le había dado James le provoco que su cerebro se bloqueara, el doctor dice que en un par de días despertara, que para ella fue un trauma todo lo que paso.

James esta ahora en prisión, al parecer era buscado en mas de tres estados acusado de violar
y de haber matado a mujeres y menores de edad. Mi padre se había encargado de su caso y me había contado todo, mi madre intentaba convencerme cada día para que fuera a la casa y durmiera un poco, el problema era que yo no quería separarme de Bella.

No había minutos en el que no esperaba que despertara, tenia la esperanza de que en cualquier momento me sonreiría e iluminaria mi mundo.

Lágrimas de tristeza se derramaban por mi rostro, cada una era un llamado a que despertara, mi corazón rogaba por latir, mi mente por funcionar y mis ojos por ya no llorar.

-Bella... despierta...- dije en medio de un sollozo.

Le di un tierno beso con la ilucion de que como en un cuento de hadas despierte, pero yo sabia que era imposible, esto no era la historia de la Bella durmiente, aunque ella era mi princesa.

-Despierta...- repetí nuevamente- en tu carta me explicaste la razón por las que tu me amas Bella... pero yo quiero decirte por que te amo yo...
Te amo por que tu me haces sonreír.
Te amo por que eres la única que se dedico a escucharme con cuidado
Te amo por que eres tierna y hermosa.
Te amo por tu inocencia.
Te amo por sacarme de la oscuridad en la que me sumergí.
Pero sobre todo... Te amo por lo que soy cuando estoy a tu lado.

Ya no aguante mas y llore, llore por que tenia miedo de no verla despertar, llore por que la amaba, por que la extrañaba y por que sin ella no era nada.

-Un ángel no debería llorar- murmuro una tierna voz mientras me acariciaba el pelo, aquella que yo conocería desde el otro lado del mundo.

Bella Pov.

No sabia exactamente cuanto tiempo había pasado desde que el me ataco, solo era consiente de que mi cerebro no hacia las acciones que le dictaba, me canse de intentar mover mis dedos después del quinto intento.

Sentía un ligero peso sobre mi estomago y como algo caliente caía sobre el, la curiosidad me picaba así que nuevamente intente abrir mis ojos, el resultado fue el mismo, no obtuve nada.

-Bella... despierta- dijo la suave voz de Edward a mi lado en medio de un sollozo. Sentí una pequeña presión sobre mis labios y sonreí internamente al saber que fue un Beso.

-Despierta...- repitió nuevamente- en tu carta me explicaste la razón por las que tu me amas Bella... pero yo quiero decirte por que te amo yo...
Te amo por que tu me haces sonreír.
Te amo por que eres la única que se dedicó a escucharme con cuidado
Te amo por que eres tierna y hermosa.
Te amo por tu inocencia.
Te amo por sacarme de la oscuridad en la que me sumergí.
Pero sobre todo... Te amo por lo que soy cuando estoy a tu lado.

Ante eso no me podía quedar así, tenia que moverme aunque en ello se me fuera la vida, por Edward, no podía permitir que sufriera mas por mi culpa, el tenia que sonreír nuevamente.

Intente mover los dedos de los pies, con mucho esfuerzo lo logre y nuevamente sonreí internamente, luego intente mover los de mis manos y nuevamente logre cerrarla en un puño, y ahora lo mas difícil, intentar abrir mis ojos, al parecer mi cerebro estaba colaborando ya que sentí como todo mi cuerpo volvía a mi, levante suavemente mi cabeza, cansándome en el proceso, y la imagen que vi ante mis ojos me desgarro el corazón.

Sobre mi estomago estaba la cabeza de Edward, sus ojos no me miraban ya que los tenia fuertemente cerrados, sus pequeños sollozos me llegaban a los oídos como fuertes puñaladas, ya no aguante mas, estire mis manos y acaricien su cabello maravillandome con su textura.

-Un ángel no debería llorar- dije con una voz clara y cargada de ternura.

-Bella...- dijo en un suave susurro.

-Edward te amo- tome suavemente su rostro con mis dos manos y lo bese con el alma en los labios.

Lo bese como nunca lo había hecho, el beso que comenso como uno tierno se convirtió en apasionado, lleno de necesidad, de amor, de deseo, de cariño, estaba lleno de todos nuestro sentimientos.

Quien dijo que la falta de aire puede interrumpir un beso mintió, para eso esta la nariz, seguí besándolo aun después de sentirme mareada, de que ya mi cuerpo se sentía cansado por el esfuerzo, disidí que si iba a morir seria entre sus brazos.

El beso se fue suavisando hasta convertirse en pequeños besos mariposas (piquitos), al separarnos cada uno se sumergió en los ojos del otro, pude notar sus ojeras y no dude en pasar mis dedos por ellas.

-No has dormido- me sonrió en medio de disculpa- ven...- dije echándome a un lado para que se acueste a mi lado.

En sus ojos pude ver la duda por un momento, le sonreí para avisarle de que estaría bien, y luego de titubear un poco lo hizo.

Me abrazo por la cintura y yo también lo abrace, apegandome lo mas que podía a el, lo estrañe apesar de estar en la inconsciencia, luego de unos minutos de que el me tarareara mi nana ambos caímos en los brazos de Morfeo.

Me desperté sabe Dios después de cuantas horas, escuchaba murmullos alrededor de mi y unas pequeñas risas del otro lado, un flash al parecer de una cámara hizo que saltara del susto provocando que Edward callera de la cama.

Una gran carcajada se escucho en la habitación en el mismo momento en el que yo me estaba levantado de la cama para ayudar a Edward, en ese momento solo pensé en... Emmett

- Jajajaja... Edii hasta que al fin te levantas- siguió riendo el Oso- Y mira que bien cómodo que estabas en los brazos de... Olle hermanita que haces levantada.

-Ayudando a Edward Oso, no ves que se callo- el pobre de Edward parecía aturdido- Haber Emmii- dije para molestarlo y resulto ya que se puso serio al momento- ¿Quien fue el de la foto?

-Culpable!- dijo la pequeña Alice saliendo de la espalda de su novio, hasta el momento no me había dado cuenta de que en la habitación estaban todos incluidos los Hale y dos enfermeras- pero es que se veían tan monos durmiendo...

- Alice...- dijo Edward por fin- ¿Que haces pequeña diabla?

Luego de unas horas de hablar con un policía para dar mi declaración del caso, el doctor casi me obligo a que me acostara a descansar, me dijo que mientras mas los obedezca mas rápido me dejarían salir del hospital, agradecí mentalmente a Carlisle por decirle a Doctor que el se haría cargo de mi.

Antes de descansar les pedí que me dejaran hacerle un llamada a mi tía, le conté lo que había pasado y pareció no importarle mucho, su falta de atención no me importo ya que yo sabia muy bien que a ella no le importaba lo que pasaba conmigo.

Cuando por fin me acosté a dormir le pedí a Edward que se acostara nuevamente a mi lado ya que su presencia me calmaba, y es que el amor que irradiaba su cuerpo era la mejor medicina para mi...
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Haa estoy muy contenta ya que hoy e actualizado mis dos blog y eso me da mucha emoción!
Espero que les guste este capitulo y que me dejen comentarios ya que son los que me inspiran a seguir escribiendo cada día!

Muchos pero muchos besos y se me cuidan!