Capitulo 11-Sonreir en medio de la oscuridad.

…Tanya lo beso.

No quise quedarme hay para ver como su amor se hacia publico,me dolía mucho verlo con otra, así que sin pensar lo que estaba haciendo huy, lejos de Edward y lejos de Tanya. Salí de la casa a toda velocidad, sin importarme siquiera las miradas que todos me daban por mi raro actuar.

Corrí lo mas rápido que pude, adentrandome en el bosque y en la oscuridad, que como boca de lobo intentaba tragarse todo estibo de felicidad. Corrí con todas mis fuerzas intentando que el viento se llevara mis penas, aquellas causadas por un amor no correspondido.

Sabia muy bien hacia donde me dirigía, tantas veces Edward y yo recorrimos esos caminos para intentar distraernos del mundo, tantas tardes pasamos en ese pequeño prado hablando del futuro, el pasado y el presente tomados de la mano...

...Ahora parecía que nada de eso había importado.

No habían pasado ni tres minutos desde que Salí de la casa, pero se sentía como horas cuando sabias que la persona que amabas no te correspondía.Tantas veces mi corazón sufrió, muchos chicos intentaron jugar con mis sentimiento, pero nunca sentí un dolor tan grande como el de ahora.Tropecé varias veces con pequeñas ramas que se posaban en mi camino, mi ropa estaba toda llena de lodo y rascuñadas, me golpee varias veces con uno que otros troncos, pero el dolor que producía el choque no se comparaba con la eterna agonía que sentía mi corazón.

Maldita la suerte mía ya que del cielo empezaron a caer gotas de lluvia mezclandose con mis propias lágrimas y sintiéndose como tempanos de hielo al chocar contra mi piel en la fría y triste noche.

Edward Pov.

-Vamos Edward puedes decirme cualquier cosa- intento animarme Bella, .

-Bella es que tu….- Vamos Edward tu puedes, dile que te gusta vamos, vamos..

-Edii…- grito Tanya interrumpiendo lo que quería decir- Edii tu también me gustas.- Pero de que diablos estaba hablando Tanya aho…

Sin darme previo aviso de lo que iba a hacer estampo sus labios contra los mios, al principio me sorprendí y no fui capaz de mover ni un músculo, pero luego me di cuenta de lo que estaba pasando cuando un sollozo salio de los labios de…

-Bella!- grite intentado seguirla, pero Tanya tomo mi brazo y me lo impidió - ¿Que quieres ahora Tanya?

-Edii tu eres mio...

No me detuve ni a responderle; en ves de eso me desprendí de su agarre y salí en busca de Bella, en la entrada de la casa se encontraba a Alice muy nerviosa mirando en todas la direcciones.

-¿Alice por donde se fue?- pregunte desesperado

-Por el camino de la izquierda, la intente seguir pero cada vez se internaba mas y mas en el bosque así que decidí dar vuelta y buscar ayuda, Edward tu eres el unico que puede hablar con ella.

El prado!, fue la primera idea que estallo en mi mente, Bella estaba en el prado de las flores

violetas, aquel que ella decía que le traía tranquilidad y la ayudaba a olvidar sus penas.

Con rapidez y a la ves muy decidido me interne en el bosque, tenia que encontrarla, explicarle lo que había pasado y decirle lo que sentía por ella.

Corrí lo mas rápido que pude esperando verla, ella tenia que saber que yo la amaba como a nadie, que era la única a quien quería besar y que era la única con la que quería estar.

Tenia mas de cinco minutos corriendo, cuando de pronto empezó a llover, pequeñas gotas de lluvia caían del cielo, mojando todo a su paso y haciendo que la noche se volviera mas fría y oscura.

A lo lejos la divise, estaba sentada sobre una gran roca, su rostro se veía llena de manchas de lodo al igual que su ropa, al parecer su maquillaje también se escurría por sus sonrojas mejillas, pero aun así era la criatura mas bella que había visto. Su pelo mojado por la lluvia esta volando contra el viento, le daba el aspecto mas delicado que había visto en toda mi vida, pero aun así lucia triste...

-Bella… dejame explicarte lo que paso.- dije con vos distorsionada al saber que todo ese dolor era por mi culpa.

-No tienes nada que explicar Edward… tu y yo no tenemos nada, tu no me debes explicaciones- su voz se rompió mas de una vez y cuando alzo su rostro sentí mi mundo decaer.

Sus ojos café que siempre estaban brillando y que tanta tranquilidad me daban ahora estaban vacíos, ya no se distinguía brillo alguno en ellos ni emociones, la felicidad fue sustituida por el mas opaco nudo de tristeza.

-Bella no es así- dije en medio de mi aturdimiento- yo si te tengo que dar explicaciones porque para mi tu eres la única- me acerque a ella y tome sus manos entre las mías- Bella tu me has hecho encontrar una parte de mi que no conocía, años atrás intente huir a Londres para empezar una vida nueva dejando atrás la tristeza de una mal amor,me fui donde nadie me conociera. Nunca desee quedarme en Forks hasta que te conocí… Tu eres la razón por la que aun sigo aquí…

-Edward no me mientas… por favor no juegues con mis sentimientos.

-Bella yo nunca seria capaz de jugar contigo yo… yo te quiero.

Bella pov.

Yo te quiero… yo te quiero… yo te quiero…., las palabras se repetían una y otra ves en mi mente, distorsionándolas e intentando buscar un significado real o coherente en ellas ¿Acaso era mi imaginacion o ya me volví loca?

-¿Tu... me quieres?...-pregunte asegurándome de que mis sentidos no me fallaran y percatándome que el solo pronunciar esas palabras me llenaron de felicidad y me devolvieron las esperanzas.

-Si, es mas que quererte… Ahora tu eres mi vida Bella.

Sonreí en medio de la oscuridad, Edward me quería, me quería como yo a el. Eso era razón suficiente para venir a buscarme, en medio de la fría noche…El me quería.

-Yo también te quiero, desde la primera vez que te vi te quiero.

Edward me entrego la mas grande sonrisa, podía ver la felicidad en sus ojos y cuando se empezó a acercar a mi supe que nada nos podría separar, que estaríamos siempre juntos y que ahora mi mundo no giraba al rededor del sol, sino al rededor de Edward... sentí su caricia en mi rostro como si fuera el cristal mas fino y valioso del mudo y me sentí feliz. Por primera vez en mi vida me sentí Bella pero sobre todo me sentí amada.

Sus manos se enroscaron en mi cintura, dandome la protección que siempre busque, y como acto reflejo las mías subieron hasta su cuello, jugué una vez mas con su cabello, dejando que mi piel sintiera su suave textura.

Podía sentir cada curva de mi cuerpo preciono contra el, nuestros alientos se mezclaban por nuestra cercanía y…

…Cuando nuestros labios se encontraron por primera ves miles de descargas eléctricas se

arremolinaron en mi cuerpo, fue un beso tierno, lleno de dulzura y sencillez, fue como habrime camino a un paraíso prohibido al cual se me habia sedido el paso. No habia prisas ni desesperamientos, solo eramos Edward y yo, en un bosque, solos y con la llubia callendo suavemente sobre nuestras cabezas.

Estuvimos así durante sabe Dios cuanto tiempo, olvidandonos del mundo pero no de que ambos eramos humanos y por nuestra condición tuvimos que separarnos por la falta de aire, sonreí de pura felicidad, aquella que hace tanto tiempo creí haber perdido.

-Te quiero...- fue lo primero que salio de mis labios.

-Tanto como yo a ti- y entonces volví a besarlo sin miedo a ser rechazada.

No me había dado cuenta de que tenia frió hasta que no baje a la realidad y estar mojada no ayudaba para nada, mi cuerpo estaba temblando de pies a cabeza, creí que me estaba congelando.

-Bella vamos la noche esta muy fría.

-S...Siii- dije como pude.

Empezamos a caminar tomados de la mano y con nuestros dedos entrelazados, Edward se dio cuenta de que yo no podía dar mas así que me tomo en brazos y me subió a su espalda, intente protestar pero no tenia fuerzas ni para eso. Legamos a su casa y ni siquiera nos paramos a explicar lo que había pasado.

Solo nos limitamos a decir que estábamos bien, subí a mi habitación me bañe, me cambie y me dirigí donde estaba Edward, toque tres veces su puerta y sonreí al verlo recostado sobre su cama.

-Hola- dijo entregándome la mas hermosa sonrisa- ¿No vienes?- pregunto al tiempo que extendía sus brazos hacia mi, invitándome a derretirme bajo el calor sus brazos, a ilucionarme rodeada por el abrigo de su perfume y a sentirme amada bajo el amparo de sus labios.

Me sentí tan feliz que creía que iba a explotar, sin dudarlo ni un segundo me acomode entre sus brazos sabiendo que no había lugar mas en el mundo donde quisiera estar. Me dormí mirando sus hermosos ojos, aquellos que me hipnotizaban con su característico color verde, lo ultimo que salio de mis labios antes de caer bajo el mundo tras el sueño fue...

-Edward... te quiero.

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No tengo la menor idea! =)

Les gusto?